“Yo realmente no sé si fue un perro que me mordió o lo que sucedió, cuando me da uno de esos ataques, cuando tomo alcohol me duermo y no siento nada” dijo Ramos
Confieso que yo he estado en carretes cuáticos, pero este cumpa la cagó. Cuenta la noticia que el dominicano Gerardo Ramos, de 64 años, se pegó una borrachera de aquellas y cuando despertó no le faltaba la billetera o el celular sino que lo que se le había extraviado era precisamente el pene.
El asunto es que en medio de la borrasca le dio por salir pilucho a la calle, quizá pensando en qué cosa, y un perro que pasaba por ahí le mordió la chulapi y se fue. Anque algunos vecinos comentaron que "Puede haber sido un perro o con el alambre al querer entrar en alguna casa". Ambas posibilidades son cuáticas. La del perro es más creible, ya que hasta el momento nadie ha encontrado en su reja la presa del caballero. Dijo que "lo único que recuerda es que fue llevado a un hospital"
Los detalles aún son inciertos. La gracia está en imaginarse la situación. ¿Qué mierda pensó el perro y qué hizo con el pene? Mejor amigo del hombre, mis pelotas! (aunque la teoría de que se le enganchó en una reja igual es chistosa). El asunto es que el pobre Gerardo ha perdido vitalísima parte de su anatomía y ahora cuando se emborrache y le de por salir a correr por el barrio va a ser el espectáculo de las viejas copuchentas.
Bueno, no es una noticia política, pero a veces dan ganas de subir estas cosas. Además es una noticia educativa. Es viernes, ten cuidado de lo que haces con dos piscolas extra..
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