Select Menu

Slider

CR

Entrevistas

Tech

Noticias

Literatura

Cultura

Videos

» » » » » A juicio de mi mamá: Loca y Puta
«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Siguiente artículo
Entrada antigua


 por Camila V.


Cuando cumplí 20 años pensé que ya estaba en edad de buscarme un pololo, pero no lo hice. Ahora tengo 27 y de veras que prefiero mi soledad y a veces también prefiero mi espacio, que es como le llaman mis amigas a la intimidad de soltera, aunque yo sé que en realidad esa palabra es el eufemismo que evita la autocompasión por estar tan solas y sin sexo en los feriados, pero no entremos en detalles. Cuando escribí a Lecturas Ciudadanas para saber si es que recibían textos me propusieron que enviara algo y que podía hablar sobre lo que quisiera, y ahí fue que primero pensé en mandar unos cuentos que tengo, pero que fome, o en retratar las historias de mis amigas, más fome aún, y así me la pasé pensando en un sinfín de cosas que al final terminaban siendo como lo que se escribe siempre y todo me terminó por dar entre lata y vergüenza. Pero luego de un fin de semana que me pasé metida en la cama y sentada como imbécil con el computador sobre las piernas tratando de hilar una idea es que decidí al final que voy a escribir sobre ciertas historias que aún no me han pasado pero que pretendo que me pasen. Es decir, voy a hacer una crónica de las veces, en que a partir de hoy, salga o trate de salir con la clara intención de pasarlo bien o encontrar pareja y así, de paso, ver si a través de estos escritos puedo lograr entender la razón de que a mis no tan tiernos 27 años aún esté sin pareja, que no me case y que no tenga la vida que mi mamá intenta que yo tenga.

Son las 20:35 del sábado 25 de mayo de 2013 y quedé de juntarme con F. que es una amiga del colegio con la que salgo casi siempre. Iremos a un bar en Providencia porque hay Happy Hour y eso es lo más conveniente para dos mujeres solas. Estoy nerviosa y cuando vuelva espero estar en condiciones etílicas y éticas como para escribir un registro de la noche. Veamos cómo me va.

……

Me curé, eso es más que seguro, estoy medio chicha, pero me hice un café para poder escribir esto sin fallar en mi primera crónica. Son las 4:30 de la mañana y llegué hace más o menos una hora. Volví sola a mi casa lo que, por un lado es bueno, aunque ya está dicho que sexo no voy a tener hoy. Mala suerte.

Tal como lo anticipé fuimos con F. al bar y bebimos mojitos. Dos cada una. Y en mitad del segundo se nos acercó el primer pretendiente de la noche que se llamaba Nicolás y preguntó si se podía sentar. Como antes de llegar al bar no me aguanté de contarle a la F. que estaba haciendo un experimento literario ella y yo accedimos a que se sentara con nosotras para poder sacar registro. Y bueno, se nos vino encima con el clásico discurso aprendido del “Hola, ¿qué están tomando? ¿Me puedo sentar con ustedes?” Puaj!, pensé, lo mismo de siempre, pero como yo estaba más caliente con escribir esto que con pescarme a Nicolás respondí a todas sus preguntas básicas, y así fue que le conté de que trabajo en una oficina, que estudié tal cosa y que estoy soltera.  Luego él me contó que se tituló hace unos años de Abogado y que trabaja con su hermano y un amigo en una consultora legal (bostezos…) y que pretende independizarse (oh si claro) en un par de años. Ya, eso fue todo. Me aburrí como poto. El tipo era un imbécil, y si no fuera porque la estúpida de la F. se puso a conversar con el amigo de Nicolás que se llamaba Daniel o Danilo o Diego, no me acuerdo como se llamaba pero era algo con D, yo te juro que me hubiera ido corriendo de ahí o esperado a que llegara alguien más interesante para poder escribir una historia con emoción, desenfado, sexo y amaneceres. Pero no me zafé y Nicolás se quedó en la mesa. Pero yo estaba aburrida, así que pensé que no iba a repetir lo de siempre así que embestí con algo  que me salió de la guata. Me quedé pensando cosas, recordando situaciones similares. Ya sabes.

En eso estaba cuando fue que, claramente incentivada por escribirles esto, le digo a Nicolás que en realidad mejor dejemos de contarnos tonteras y que me diga si es que realmente vamos o no vamos a acostarnos a alguna parte esta noche. En ese momento la F. dejó lo que estaba conversando con D. porque que siempre tiene una oreja puesta en lo que hablan los demás, escupió su mojito, literalmente la hueona escupió, y me quedó mirando como si yo estuviera loca. Nicolás por su parte me miró como si lo estuviera hueviando. Pero luego de un momento y ante mi seriedad se dio cuenta de que la pregunta iba en serio y se hizo cargo. “eh… o sea, es decir, no sé… oye que eres directa, la verdad es que no sé qué decir” me dijo y le respondí así rapidito y de un solo aliento lo siguiente: “Mira Nico, puedo llamarte Nico?, Te digo que si me vas a decir que estás acá en un bar para esperar a que nos casemos no te creo nada, así que dime si no es cierto que luego de llegar temprano a este bar, envalentonarte con pisco y armarte de valor para acercarte a una mesa en que hay dos minas tomando mojito no tenías como primera prioridad en tu cabeza el culear esta noche con alguien. Si tu respuesta es No entonces eres muy idiota porque lo hiciste nada más para impresionar a tus amigos que seguramente están en la barra y son más guatones que tú y nada más los quieres humillar, y si es así te digo al tiro que no tiene ningún sentido que me uses a mí para impresionar a un grupo de hombres a los que no conozco o que me obligues a ser la cómplice involuntaria de tu actuación de validación social o, más peor aún, para transformarme en la pantalla de tu sexualidad cagona; ahora que si por otra parte venías a mi mesa con ganas de descargar tus dos bolas adentro mío te recomiendo que mejor lo hagamos pronto porque, honestamente, dudo que con dos piscolas más puedas no sólo tirarme hasta que el condón se te llene sino que puedas, masculinamente, también cumplir con satisfacerme sexualmente y hacer que esta noche valga realmente la pena, por lo tanto, y en vista de estos datos no menores para esta causa, mi querido abogado sensual, propongo que salgamos de acá inmediatamente y vayamos a un motel que, por cierto, pagaremos a medias porque no soy machista, y entonces me demuestres que no me estás haciendo perder el valioso tiempo de mi noche, tiempo que perfectamente podría haber usado para conversar con la F. porque seamos honestos y no perdamos más el tiempo, de veras te lo digo: soy joven, bonita, no tengo un milímetro de grasa en el cuerpo porque hago ejercicio, es sábado, ando caliente, no estoy menstruando y tengo condones en la cartera. ¿Qué me dices?”.

Se quedó mudo, me miró primero como si yo estuviera loca (él puede querer culear pero yo no, claro está) y luego me miró con algo que bien pudiera confundirse con una súplica. De reojo miró a su amigo que aún no me acuerdo como se llamaba pero insisto en que sé que su nombre empezaba con D y este le devolvió una mirada que partió siendo una mirada cómplice, como un 1313, y luego fue una mirada de compañerismo, como diciéndole “no te preocupes, hermanito, no le voy a contar a nadie lo que respondas”. El asunto es que el pobre Nico no dijo nada. Se quedó ahí mirándome y yo, que no quería aumentar su humillación, le extendí la mano y le dije en un tono muy señorial “Gracias caballero, fue un gusto”. Se paró y se fue. Salió del bar seguido de su amigo de nombre con D y dos huevones más que recién vi por primera vez porque seguramente estaban en las sombras del bar mimetizándose detrás de la máquina de shop y calentándose solos con la mina del calendario de Capel. Todos en fila salieron cagando del bar y la F. me quedó mirando, se cagó de la risa y me dijo “Hueona cómo le decís una cosa así!!” jajaj. Nos reímos juntas y pedimos un shop de negra para cada una y nadie más se nos acercó en el resto de la noche.

Al final me vine en taxi porque nos pedimos al final como tres shop cada una y quedé medio cosía. Lo bueno es que pude escribir esto y lo mejor es que no terminé en un motel en donde la única cosa buena que puedes obtener de un hombre borracho es que puedes robarte esos jabones chiquititos y de repente ver tele en pantalla plana (si el motel es bueno) mientras un hueón que acabas de conocer duerme la mona al lado tuyo y vos, de gil, no te atreves a salir únicamente para que las minas del aseo no piensen que erís puta, aunque claramente sería mejor ser puta y que por esas mugres de cacha te paguen y no te vuelvan a llamar o, peor aún, para que jamás de los jamases te agreguen al otro día en facebook.

Ya me voy a dormir porque es más tarde que la cresta. Luego seguimos con este ejercicio que seguramente a mi mamá le daría para decir que no solamente soy solterona, sino además que estoy de patio y que por estar sola es que ahora me puse exhibicionista y hasta maraca.  




Escrito por: Arturo LedeZma

Lecturas Ciudadanas es un micromedio de cultura, tendencias, crónicas y noticias. Es un micromedio del periódico El Ciudadano y sale al aire desde la ciudad de Santiago de Chile. Suscríbete, síguenos en facebook [facebook.com/lecturasciudadanas] en Twitter @lctrsciudadanas y forma parte de esta comunidad
«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Siguiente artículo
Entrada antigua

26 comentarios

  1. buenisimo, me agradan las chicas directas, no suelo acercarme a hablarle a una chica en un bar, no me da miedo el rechazo, me molesta y me desgrada así que no me acerco, soy un simple espectador, si es que se da la oportunidad de toparme con una chica o se cruzan miradas le hablo, de lo contrario a no ser de que me llame demasiado la atención, no me acerco.
    yo le hubiera dicho que si con una sonrisa agradable y aseguro un momento interesante, no por vanidad pero con serias intensiones de realiar una perfomance a corde al momento ya que también me cuidoen ejercicio y en todo aspecto.

    saludos, esperando el próximo relato :)

    ResponderEliminar
  2. Definitivamente no creo que seas puta, pero si estay media loca y me encantan las weonas locas que creen sabérselas todas. Y si fuéramos a un motel te dejaría pagarlo completo para que yo sea el que se sienta como puta. jaja Bueno me cague de la risa con tu historia.

    ResponderEliminar
  3. He empezado a leer 50 relatos de diferentes páginas y el tuyo es el único que he terminado....

    ResponderEliminar
  4. Gracias por los comentarios. Acabo de ver la entrada y ya veo que hay comentarios. Bekem, Cristián, Manuel, muchas gracias.

    ResponderEliminar
  5. mmm... ni tan puta ni tan loca, tengo 36 y a los 27 tb me daba esos aires de super cool, ahora, casi diez años después, no solo estoy soltera, sino que tb estoy sola, los hombres de mi edad se casaron con brujas frigidas y se aburren en casa los fines de semana "haciendolo usted mismo", y yo por mi parte pasando el tiempo con mi consolador y alguna pelicula rosa... buscando un donante de espermios adecuado. Espero que tengas fines de semana mas entretenidos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga, usted tendrá 36 y sus contemporaneos estan ocupados...pero los hombres de veinte y tantos siguen ahi afuera, salga a aprovecharlos ;)

      Eliminar
  6. Muy buena crónica, refleja la realidad de varias mujeres, como yo, que sólo buscan diversión o compañía que puede ser por un rato o quizás para algo más. Pero en mi caso, lo mío es más de "Trancas". Cosas de la vida, que no vienen al caso en este minuto.
    A veces, ser tan directa e ir al grano, como lo que le dijiste a Nicolás, se torna en este país, machista y patriarcal, que la mujeres es puta y loca y viceversa. Pero en cambio para el hombre es como un premio ser directo y tener sexo con una mujer desconocida o por el rato.
    Ojalá con estas historias, en realidad crónica, sigamos desinhibiéndonos!!!

    ResponderEliminar
  7. Sí, me la leí entera, me divertí. Gracias por eso. Pero me jodió el cliché de sacar a la madre represora, conservadora, criticona. Que lata, como madre, quisiera derribar ese cliché latero de la madre de mierda. Ni yo soy así ni mi madre ni mi abuela han sido así.... Bueno, eso

    ResponderEliminar
  8. Interesante el personaje, mas no la historia. No sé, como que se le extraña una cuota de honestidad al relato. Ese discurso que le tiraste al loquete es el culpable, muy onda película de Hollywood. Pero bueno, se agradece. Soy de la postura de agradecer lo bueno más que criticar lo malo. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acaso una mujer honesta es una mujer que responde a la lógica del "me quedé callada y me dio susto"?
      Claro, bajo una mirada naif sólo en holywood una puede decir algo de corrido, claro está.
      No seas niñato Kike, a veces la realidad se puntea a la ficción.
      Gracias por agradecer lo bueno.

      Eliminar
    2. Camila V, solo eres una fantasiosa con muchas trancas sexuales... en tu vida serías tan directa y como dice Kike, tu relato es muy comedia romantica de Hollywood... También se me ocurre que eres una bola de grasa y que por eso estas sola, y que en tus fantasías sueñas con ser flaca y no tener una gota de grasa... eres la tipica mina q se las da de liberal y al final no les queda otra porq nadie las pescas...

      Eliminar
    3. Es interesante cómo de un relato puedes ser capaz de describir a una persona, te estás perdiendo, marcha la NASA a tu ubicación.
      Gil(x)

      Eliminar
  9. Excelente cronica, aqui vemos el otro lado de las historia de bares, que siempre son contadas por hombres ... en este caso una historia de bar contada por una mujer joven , chora y bien clara ..

    ResponderEliminar
  10. Me entretuve leyendo tu crónica :), siempre me he reido de los coqueteos pencas de los locos.

    ResponderEliminar
  11. Jajaja... no me queda más que celebrar este relato estilo "sex and the city", pero sin "sex". Concuerdo con ese k... yaa, no me acuerdo (soy pésimo con los nombres y mi memoria se borra a los 5 segundos) jajajaj apelé a la retórica de la escritora ... oie Camila, la verdad es que me divertí mucho con tu crónica, a pesar de que de verdad sonaba demasiado lógica ... la típica historia que escribiría una mujer que quiere vengarse de los perversos hombres que andan con sus pelotas y su machismo a cuestas (pero que se cagan toos cuando aparece algo que los descoloca). Me gustó que el estúpido fuera abogado jajajja, me apestan los machos abogados encachados (ohhh, y con tono cuico informal), y esa es una buena forma de apocar su infinito orgullo. Disculpa si te molesta mi comentario, pero bueno, no todas las noches hay sexo (pregúntame a mi juaujaujaua) y prefiero ser "honesto", espero que esa condición me sirva para encontrar a una mujer directa, sencilla, honesta y ultra loca...

    ResponderEliminar
  12. jajaja buena historia.... Mujer decidida y sin rodeos, directamenete al grano... creo que a los hombres en situaciones así (como la que relataste) puede dejarnos mas que perplejos o marcando ocupado... si yo me pusiera en los pantalones de él, aun lo estaria pensando sobre la propuesta del motel jajaja... Pero a veces las cosas espontaneas resultan mejor y se pasa mejor ;) claro eso si depende de la compañia!

    ResponderEliminar
  13. Entré porque compartieron el enlace, tuve que leer los tres artículos que has subido, sencillamente excepcional.

    ResponderEliminar
  14. Mori, me encantaste, sere tu fiel seguidora :D

    ResponderEliminar
  15. Yo no sé coquetear y es muy raro que vaya a un bar y "no tengo un milímetro de grasa en el cuerpo porque hago ejercicio", me gustó.

    ResponderEliminar
  16. Nada de puta aquí...
    Ni puta ni santa, libre, linda y loca!
    Qué buen experimento, era acortar todo e ir al grano!!!
    Seca!!!

    ResponderEliminar
  17. Genial,a mis cincuentaytantos,elogio tu deslenguada naturalidad!

    ResponderEliminar
  18. Muy buen relato desde el principio hasta el final. Espero poder leer más. :D

    ResponderEliminar

Respetamos el anonimato, pero nos guardamos el derecho de borrar lo que sea ofensivo o lisa y llanamente estúpido. El resto se queda. ;) Gracias por comentar.