Select Menu

Slider

CR

Entrevistas

Tech

Noticias

Literatura

Cultura

Videos

» » » » La postal de Valparaíso con moka
«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Siguiente artículo
Entrada antigua


Cualquier persona que vaya a Valparaíso por el fin de semana se enamora de Valpo. Sin embargo cualquiera que se haya quedado a vivir aprende a odiarlo de a poco como a la madre, pero ese odio se tuerce cada cierto tiempo y uno termina por hacerlo propio hasta olvidar que es odio y Valpo sigue ahí pareciendo más bonito de lo que es o fingiendo serlo. 

Barrio Miseria es una fotografía de Valpo que no es una postal, pero bien parece una polaroid de esa mendicidad terrible y oxidada de la capital cultural de Chile. Me tocó ver esta obra ayer y, a pesar de que por lo general cualquier trabajo que pretenda hablar desde la degradación me parece una redundancia, esta obra terminó por gustarme, por tirarme el pelo, no sé, por entretenerme de manera fatal. Quizá porque tenía un par de cosas que me recordaron a ese tiempo en que viví en Valparaíso o quizá porque la historia era reconocible tanto en lo cotidiano como en lo imaginario, más bien en lo colectivo, de Valpo. Esa fonola, ese rincón lleno de gente y esa arquitectura que se cae a pedazos pero que se sostiene. 

En Barrio Miseria conviven todos los personajes que se repiten en sí mismos y que son los típicos que en Valpo van cualquier día de la semana desde Playa Ancha hasta el Lider, ida y vuelta en micro: Punketas, un peruano, una madre, una hija, un corporeo de Barney, unos flaites, el amigo del loco, varios drogos y un weón que llama por teléfono. Todo ocurre en una pieza. Chica, modificable y retráctil como cualquier construcción porteña. Cuma, venida a menos. Con ese tufillo a Báltica medio rancio y con entretecho (no sería Valparaíso si en la obra no hubiera un entretecho). Y ahí se entrelaza una historia sencilla que habla de la porteñidad que tanto gusta a los escritores y a los universitarios (pero que es odiada por alcaldes y dueñas de casa), esa de los cerros y los traficas, de la pasta, del callamperío, del choro flaco que jamás ha trabajado un día, pero es choro igual porque es de Valpo. Al final en esta historia no hay moraleja porque en la vida de la gente pobre del puerto jamás hay nada que sacar como resultado excepto la rutina misma de la muerte y la mala suerte, y eso nos queda claro al terminar de ver la obra.  

Poco antes de irme al teatro me enteré que esta obra está inspirada en un cuento del escritor Daniel Hidalgo. El mismo que escribió el libro Canciones punk para señoritas autodestructivas. Entonces no me parece raro que la obra se sostenga porque viene de la mano de un escritor joven que a la hora de hablar de Valpo no le hace el quite a los pitos ni se queda pegado en el Perro Julio o en los ascensores que ya no funcionan, sino que habla desde esa marginalidad que es tan cunetera que no tiene ni clichés, pero que se reconoce porque es triste y sucia y húmeda y fea. Tiene algo de Ciudad de Dios, algo de ese punk de los 90 que no era de salir a vender flores de papel lustre, sino de andar caminando en los trenes muertos de SanBeka o pegándole a los cuicos. Como esos punkies de La Reina que se agarraban a combos con los milicos de primer año de la escuela militar o los que se metían en piños chicos a las tocatas de San Miguel y terminaban sangrando con una chela en la mano. 

Viendo la obra me acordé de dos cosas que me ocurrieron en Valpo. La primera es un día que salí a buscar casa y me metí por un pasaje que está por la subida Artillería pa arriba. Habían casas con planchas de calamina muy oxidada y una señora en un negocio me recomendó que no me metiera porque se notaba que yo no era de por ahí, entonces me podía pasar algo. Le dije No se preocupe eñora si sé cuidarme y a los cinco minutos salí cagando porque había una redada de la PDI y empezaron a pegar balazos y me di cuenta que, con mi cara de miedo, claramente no era de ahí. La segunda cosa de la que me acordé es de una vez en que estaba con mi mujer comprando paltas al guatón que vende verduras en Bellavista al lado del restorán chino y de repente un compa se puso a pelear con otro y el loco más brígido sacó un palo y el otro se fue gritándole "Qué tanto si yo nací en la calle!... nací en la calle" y se pegaba en el pecho a medida que se alejaba y decía "Nací en la calle" y yo pensaba que hay códigos que a veces uno no entiende. Porque una cosa es pensar en el frío pero otra cosa muy diferente es nacer con frío. Una cosa es la calle y otra es ser parte de ella. Una wea es imaginarse la pobreza porque uno se leyó un cuento de Manuel Rojas o de Gómez Morel y otra cosa es ser pobre, ser choro, ser piteado o tener que verle la cara a los weones más brígidos en la mañana, en la noche, en el negocio o antes de ir al colegio. Me pasó que viendo la obra volví a ese Valparaíso que supuse siempre y al que le hice el quite porque está de más. Porque uno quiere el Valpo en el que se pasa bien y donde venden pescado frito y uno escucha Chinoy o el Gitano Rodriguez, pero ni cagando las quebradas negras en que se escucha el punk de Los Fiskales o el hiphop de Portavoz con caja de vino. o no?

Quedan dos funciones y vale dos lucas la entrada. No vale 10 lucas como las obras del santiagoamil. Vale dos, como debe ser. Así que corre.

BARRIO MISERIA | TEATRO NIÑO PROLETARIO | DIRIGIDIA POR LUIS GUENEL
Elenco: Giannina Fruttero, Francisca Cruces, Camila Espic, Fernanda Ramírez,
Claudio Riveros, Rodrigo Velásquez, Diego González, Diego Salvo.
Funciones: 14 al 18 de enero, 22:00 horas | Sala: Tennyson Ferrada, tercer nivel norte

Escrito por: Anónimo

Lecturas Ciudadanas es un micromedio de cultura, tendencias, crónicas y noticias. Es un micromedio del periódico El Ciudadano y sale al aire desde la ciudad de Santiago de Chile. Suscríbete, síguenos en facebook [facebook.com/lecturasciudadanas] en Twitter @lctrsciudadanas y forma parte de esta comunidad
«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Siguiente artículo
Entrada antigua

13 comentarios

  1. lleno de clichés "a lo choro", no sé si la persona que escribió esto se las dará de bakán o de choro al poner de manifiesto que cacha mucha "calle", pero esta forma de escribir me suena más a querer posicionarse dentro de una realidad que no le corresponde, y claro, cuando compartes sólo con gente "linda" y con buena educación todos te dirán, "qué buena lo que escribiste para la obra de teatro". Falta léxico además.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. no tenís niun brillo chuchetumare escribiendo Anónimo!
      Chupastrózalo!
      :D

      Eliminar
    2. Opino lo mismo que el sr.Anonimo, y la respuesta del autor, penca ,mala... y la verdad es que si ,suena como si hablaras desde "arriba" ,ami me gusta ese valpo de okupas, ese valpo de tokatas punks, de ciclos contraculturales donde se recita poesia, donde se ven documentales ,donde se hacen debates....me encanta, y sobre todo la baltica y el vino... seguramente diras "ese debe ser un decadente mas defendiendo la inmundicia y la pobreza" ,pero no ... para nada ...yo solo digo que la forma en que hablas en este texto denota mucha discriminacion con la realidad de todas las ciudades de chile...por que no solamente valpo tiene barrios marginales y agradezcamos esa belleza que tiene ese puerto... que tal vez la gente se acostumbra y como buenos humanos solo vemos las falencias y las formas de vivir la vida son tan diversas que no deberias criticar algo que probablemente ni siquiera conoces o que tal vez tu sesgo te ha hecho marginar en tu pensamiento...

      Eliminar
    3. A mi también me gustan las tokatas punk y si hay ciclos de poesía, documentales y debates, mejor aún, pero ¿justifican esas formas de vivir que anden arruinando las vidas de los demás? ¿Que se convierta en un criadero de matones y asesinos? sólo porque en todos lados haya barrios marginales no lo hace normal ni mucho menos aceptable. Yo al menos creo que los punks de verdad intentarían cambiar eso en vez de dejarse hundir con el resto, en especial si son de la clase que va a ciclos de poesía, documentales y debates. Por último decir que me encantan la báltica y el vino tinto en caja.

      Eliminar
    4. jajaja el "autor", le llegó al hueso la crítica parece, respuesta de cuarto medio. Además de pendejo, debe ser un "abajista", de esos que se creen pobres, pero nunca lo han pasado mal.

      Eliminar
  2. Confieso que son pocas las veces que voy a ver una obra de teatro, y la verdad es que me gustó por su crudeza y el valor que tiene de mostrar una postal de Valpo que muchos preferirían dejar oculta. En el aspecto de producción creo que demuestra que con poco se puede hacer mucho y eso se agradece, ahora sobre los personajes principales, para ser sincero me encanta el punk y las actuaciones de l@s protagonistas estuvieron muy bien sin embargo... me gustaría creer en la diversidad cuando se trata del punk, que no todos se pongan el mismo uniforme, que no todos tengan esa actitud de macho alfa dominante choro y de calle que se cree mejor que el 99.9% de la humanidad porque no tiene un techo debajo de su cabeza (no lo son). Me gustaría creer que pueden haber varias clases de punks, que fuesen más tolerantes, abiertos de mente y autocríticos, por mucho que me gustó la obra, odiaría pensar que l@s punks representados allí fuesen la norma.

    Y sobre lo que escribió el primer anónimo pues decir que claramente estaba leyendo otro artículo puesto que en ningún momento leí que el autor se pusiera en las botas de alguien que vive en la calle.

    También me gustó el precio accesible, no como el chiste ese de Stgo a Mil... kilómetros de distancia de llevar cultura de verdad a la gente.

    ResponderEliminar
  3. Tamos vios que el weon que hace la caga de intró culia es un cuico culiao por que nicagando u. Pobre escribe por aka y nicagando tiene carrera y esas weas....... pero me importa un piko soy sureño mitad indio y también me importa una mierda la juerga de mierda de valpoo culiao que arda que arda ygual que Santiago y todos esos mutante del agueonamiento individualista anarko post modernista pasao kaka shuer loco hippie pank culiao ediondo a okupa.come solla... Pero prefiero ver esta Wea de obra.... que ver hueas mulas sin contenido social .. y que hablan de realidades ser cañas alas de uno... aora vayan se ala mierda aguanten los fiscales que ygual son unos cúicos culiaos y el anónimo que Wena se cree que se vaya ala mierda ygual

    ResponderEliminar
  4. Acotación; Al leerte (autor del artículo) me cansé en los dos primeros párrafos.
    Casi leyendo un ensayo de cuarto medio. Sin pausa (sin respiro) y palabras exacerbadas tratando de cautivar al lector. Una formula ya desechable.
    Sólo una recomendación. Cuando escriba un artículo, léalo en voz alta para ver si se cansa leyendo. (CALME SU ANSIEDAD DE LOS 140 CARACTERES Y RESPIRE.)

    ResponderEliminar
  5. Penca el relato del articulo.. como lo relata..pero el argumento no se termina de entender si lo defiende o lo critica...mas bien lo segundo...pero que xuxa... dice corra a ver la obra... que me imagino es un mierda..

    ResponderEliminar
  6. Giles culiaos polemicos vayan a ver la obra mejor!!!

    ResponderEliminar
  7. ¿Qué onda todos los picaos a periodistas que se dejaron caer en los comentarios? Parece que últimamente es un pasatiempo de estos hueones pasearse de nota en nota corrigiendo y aconsejando al que escribe los artículos, ignorando completamente lo que nos convoca: el tema de lo escrito, en este caso, la obra de teatro. Chúpenla, fomes culiaos.

    Tu articulo me gustó harto, para quienes no lo entendieron o conjeturaron mal, yo los mandaría a leer un poco más para que refuercen su pobre comprensión lectora. Justo me había enterado de esta obra en la mañana y me tincó harto. Se ve sincera, alejada del Valpo de postal. Sin embargo, últimamente he visto que muchos escritores y artistas se revuelcan demasiado en el tópico de la decadencia de Valparaíso. Eso también me está pareciendo un cliché un poquito extremista. Pero habrá que ver la obra para cachar.

    ResponderEliminar
  8. Hola, solo quiero decir que fui a ver la obra porque me encantó Canciones Punk para Señoritas Autodestructivas de Hidalgo y la obra refleja muy bien toda la crudeza y la ironia del autor, un excelente trabajo

    ResponderEliminar
  9. Me llamó la atención por que viví en Valpo un tiempo y cacho lo peligroso pero emocionante que puede ser carretear en el cualquier día de la semana. Creo que ya estoy fuera de plazo para ver la obra pero leeré el relato de Hidalgo para no quedarme con la bala pasada. Los críticos que saltaron... son super weones, nadie vino a leer un articulo perfecto ni una narración catedrática del texto expositivo; dan pena con sus consejos llenos de ironía, malas intenciones y ego; la dura hay mejores formas de autoestimular su placer y estoy seguro de que en eso son mejores que escribiendo

    ResponderEliminar

Respetamos el anonimato, pero nos guardamos el derecho de borrar lo que sea ofensivo o lisa y llanamente estúpido. El resto se queda. ;) Gracias por comentar.