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Una mina es hueona si no tiene facebook (y un hombre al parecer también)
 por Camila V.

Me resistí a tener facebook, pero al final cedí a la tentación, llevo dos días en él y ahora me gusta. Yo sé que no es la historia más excitante que una puede contar en una noche de jueves pero me parece que es inevitable hablar del tema. Siento como cuando perdí mi virginidad, así que veámoslo por el lado sexual/funcional. Es decir, por el lado morfológico –tecnológico de la psique. Ahora soy una mujer hecha y derecha. Fornicada por la civilización. Tengo Face!

Ya, cuento la verdad. Me volví loca con facebook. Me encantó la huevá. Hasta habilité mi teléfono para revisar las actualizaciones y estar a la moda. No tengo aún muchos amigos pero me imagino que es cosa de días para tener un contingente hermoso de compadres y comadres digitales. Mis amigas cercanas ganaron en el pronóstico, yo me había jurado llegar a los 30 sin face pero al final no pude y zaz! me abrí la bendita cuenta. Por eso es que hoy quiero gastar mi crónica en contarles mi experiencia sexotecnológica de abrir las piernas al software. No sé si es la mejor historia, pero es importante y trascendental (lo he cotejado con mis amigas, es un paso adelante) Fue hace tres semanas nada más que escribí la crónica anterior para este medio, aquella en que conté de cuando fuimos con la F al happy hour y donde conocí a un mino penca. Luego de eso la verdad es que no me pasaron grandes cosas y preferí no escribir nada antes que inventar alguna anécdota absurda. Sin embargo, me tenía caliente el volver a escribir una crónica y me la pasé los findes visitando amigas, yendo al museo, saliendo en bici, comprando estupideces artesanales y hasta me tocó ir al matrimonio de una prima entre medio. De todo eso lo único que conseguí no fue ni un amor de invierno ni un aumento de sueldo, sino que únicamente me gané las ganas de tener facebook. Ganas que satisfice ayer cuando me inscribí al fin.

Me di cuenta que la gente sin facebook es gente medio hueona, socialmente hablando, claro. Y digo hueona porque en todas partes alguien te señala su facebook o te pregunta el tuyo.
Ejemplos: Me compré unos guantes tejidos a mano y la mina que los tejía me dio su página de facebook para que viera más diseños. Conocí un mino en el matrimonio que me dijo, poco antes de irse, que lo agregara en facebook… Soy amigo de la Caro, dile que me recomiende, dijo él. Y yo que no andaba ni con lápiz ni con celular me tuve que hacer la hueona y poner cara de imbécil. Supongo que el pobre aún espera a que lo agregue, ya lo haré. Me ocurrió también que mis amigas están todas metidas en facebook y hasta hay un grupo en el que suben fotos de cuando éramos pendejas. Obviamente en las fotos salgo, pero no sé con qué cara y con qué ridícula chasquilla. Hasta mi mamá tiene facebook, vieja chifleta… claro que no la quiero agregar porque después se entera de las hueás que escribo y me reta en público. En fin, el asunto es que más convencida por no ser más hueona (hueona estilo facebook) es que ahora tengo cuenta y no sé aún si es que debería decirlo acá o no porque siento que estoy ventilando mucho. Digo, pensando en el punto de intimidad que uno entrega o suelta al bullicio. Bueh, da lo mismo.

Acongojada con este último pensamiento que colinda con la paranoia es que decidí usar un sobrenombre… que a propósito es bien estúpido porque es mi nombre igual, pero es más bien una antigua deformación de mi apellido que terminó en apodo, tal y como me lo decía un pololo que tuve y que me acusaba de irme enojando de a poco hasta llegar al punto de la explosión, como en la canción de Bersuit. No era un mal pololo así que se merece la mención. Me puse Camila Vergarabat tal como me nombraba él (espero que esto no suene como una declaración nostálgica).  

Una de las personas que más influyó para que yo me metiera a facebook fue mi jefe. Viejo culiao, lo detesto y él detesta a facebook. Siempre dice cosas como “yo no tengo esa mierda” o “es una moda estúpida”. Razón más que suficiente para llevarle la contra una vez más y determinar que si el enemigo dice una cosa una tiene que hacer exactamente lo contrario, es decir, que si al viejo de mierda no le gusta entonces habrá de gustarme a mí (no voy a actuar como él, vejete estúpido!). La otra persona que influyó en mi decisión es mi amiga Elizabeth porque ella siempre dice de Facebook que es la única herramienta científica de detectar buenos amantes (tiene un método y prometió enseñármelo). El resto fueron casos puntuales como el mino del matrimonio al que no pude contactar nuevamente o la tipa que vende guantes a la salida del metro Santa Isabel (los guantes son preciosos, hay que decirlo).

Otras modas /otros vicios

En mis años mozos tuve fotolog. Si, con todas las inconveniencias propias de la adultez y con el pokemomazo vivo en el corazón, yo tuve fotolog. Era mi bitácora. Recorrerlo y comentar las fotos de mis amig@s era la fascinación máxima de mi existencia y de mi tarde noche. Luego de eso sólo me conformé con el MSN y el chat de gmail, pero de una manera más bien funcional. La universidad, la adultez, la pega y los amores con guata resintieron en mí ese placer por la conectividad y toda mi vida digital se redujo a llevar de un lado a otro un celular horrible y a enmendar mi bicicleta. A esta última en su momento le puse todos mis ahorros y fue mi nueva herramienta social con la que pretendí abrirme paso en la esfera de la política ordinaria social, esa que te hace levantar a voz en cuello discursos y garabatos de diversa índole con tal de encontrar otro dispuesto a acompañarte en la rabieta. A veces participé de un par de cicletadas y enchulé los neumáticos, o también me di una vuelta por esos sucuchitos ciclísticos que están en Irarrázabal para comprar luces, banderas, cosas reflectantes, pero al final me terminó por aburrir como moda y ahora sólo la uso para desplazarme. La verdad es que me cargan los tipos “en bici”. Hace un año cambié el teléfono y tengo watsap, pero me aburre. Los íconos y el funcionamiento me parecen los mismos de hace 10 años, por lo que en realidad tiendo a extrañar mi fotolog y la sonrisa putona que me ponía la F cada vez que nos poníamos a revisarlo juntas. A fin de cuentas todas estas modas transversales y socialmente callamperas me terminan por chatear. Espero que lo del facebook me dure más  o, por último, que me sirva de algo.


Hasta el momento veo que Facebook es la misma cosa que el fotolog, claro que con las propias sugerencias y modificaciones que una década han puesto en el imaginario juvenil. Imaginario del que casi me quedo afuera. Lo inquietante es ver a tus amigos en facebook. Y verlos de chicos o borrachos. Me resisto a agregar a mis amigas del colegio porque algunas me caían mal, pero creo que esto puede que sea una forma de reconciliarme con ellas, tal como me han dicho quienes le ven un sentido terapéutico al Face… o lisa y llanamente sirva para vengarme en sus caras si es que están guatonas y devastadas, las que se creían ricas. No sé. Me cabe la duda aún.

Bueno, ahora sólo me queda ver cómo me va en esta red social. Ya más adelante tendré la suerte o la mala suerte de contar mis experiencias y experticias respecto del uso, del abuso, del intruso y del obtuso. Por ahora cometo la locura de dejar el link para que me agreguen y así veamos qué tanto sirve para comunicarnos o para pelar al mundo o para levantar quizá qué faramalla de revolución.

Beso y me encuentras en http://www.facebook.com/camila.vergarabat  




 artículo anterior de la misma autora

Escrito por: Lecturas Ciudadanas

Lecturas Ciudadanas es un micromedio de cultura, tendencias, crónicas y noticias. Es un micromedio del periódico El Ciudadano y sale al aire desde la ciudad de Santiago de Chile. Suscríbete, síguenos en facebook [facebook.com/lecturasciudadanas] en Twitter @lctrsciudadanas y forma parte de esta comunidad
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11 comentarios

  1. Te agregaría a facebook pero no se que gano con ello, coincido contigo en lo de las bicicletas... #eso

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    Respuestas
    1. jajaj no sé qué ganas, pero ya me han agregado un par de personas re buena onda.
      Lo de las bicis si.. una lata!
      #Beso

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  2. He leído tus dos artículos, execeleeentes! Qué manera de reír! Espero el próximo :)

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  3. Wenaaa cami bacan los articulos tu dale nomas publicando! =D

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  4. Me siento tan sucio...

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  5. Fome, me gustó mucho más la anterior...

    Karina

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  6. jajajaja buenísimo, ojalá te sirva... el facebook es solo un medio, no un fin. Al menos yo lo utilizo para estar en contacto con cercanos, postear música o temas relevantes. Postear felicidad, salidas o vacaciones pagadas en cuotas como la gran mayoría (como te irás dando cuenta) no es lo mío. Cariños, te añadí de todas formas :)

    Alberto.

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  7. jajajjaj buenisimo tu articulo yo hace un año y medio tube fb y luego lo elimine era mucho vicio! jajaj y hace un mes me volvi a crear uno (ya savz = los amigos preguntando y tu face?) y si me agrando todo pero ya pasa ste mes y ya otra vz a la historia y q vuelve el vicio jajaj. Ahora ya no lo tengo, ya = y un poco molesta.

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  8. Osea: encontrar una mujer distinta ya es una gran cosa. Las minas enteras plásticas hoy en día, asi es que yo opino que esta bien..dale...ponle bueno y filo con los weones.

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  9. Quiero comentar por face y no se puede, llegaras al momento donde la wea te aburrira y lo cerraras, desde que tengo facebook me pasa algunas veces al año XD, pero muy buena la historia me rei harto :)

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  10. Me has hecho sentir mega-hueona, ya que no solamente tengo feisbuc, si no que también tengo una feisbuc falso (nombre de actriz porno, o al menos eso quiero que parezca, con fotos donde no se ve claramente que soy yo). Podrías escribir acerca de estos especímenes psicópatas a los cuales pertenezco jajaja y a los que, de seguro, te encontrarás en tu nueva experiencia virtual. A todo esto, te mandé una solicitud hoy 06-02 (con mi perfil "real"), para poner me gusta a tus fotos y fantasear acerca de cómo será una vida ajena y, por lo leído en tus otros escritos, libertina (o tan falsa como mi otra cuenta de feisbuc, ajajja).

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